Si alguien ama a una flor de la que solo existe más que un ejemplar entre millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas.
Querer o amar ilustración que me ha inspirado el capítulo del principito y la rosa.

El principito alimentaba a la rosa regándola, también la tapaba por las noches para que no tuviese frío; pero la rosa era muy déspota con él en sus palabras. El principito la amaba y por eso la cuidaba con mimo y con todo su corazón.
Al final la rosa le hizo daño y el principito decidió marcharse a otro planeta.
La rosa le quería porque le necesitaba para su cuidado y el principito la amaba por encima de todo, pero dejó que le hiciera daño con sus palabras sin fijarse en los actos. La rosa le daba su perfume, belleza y compañía.
Tal vez no vemos más allá de las palabras y permitimos que nos distraigan del objetivo más importante: los actos, cómo en realidad se portan contigo, qué te aportan y cómo te hacen sentir.
Yo he aprendido quién me quiere y quién me ama, quién me necesita para algo y quién disfruta haciéndome sentir bien.
Querer o amar ilustración especial para mí, tributo a ese libro exquisito del que lo leas las veces que lo leas siempre encontrarás un nuevo aprendizaje para aportar a tu vida.
Ahora que llega San Valentín, párate a pensar cómo haces sentir a quien amas con tus acciones y con tus palabras. No hagas que salga huyendo a otro planeta.
Aquí te dejo algunos enlaces si quieres reflexionar sobre cómo relacionar El Principito con tu vida, trabajo y enriquecimiento personal.
https://lamenteesmaravillosa.com/5-ensenanzas-principito-aprendas-mejor-persona/
https://forbes.es/lifestyle/37517/7-ensenanzas-principito-mejor-trabajo/