Yo tengo el poder. Soy poderosa y lo sé.
Yo tengo el poder.
Sé quién soy, lo que sé hacer y me gusta.
Soy valiosa, apta y quiero vivir a gusto conmigo misma.
Me he tenido que llevar un bofetón gigante en la vida para darme cuenta de todo lo que valgo.
Hasta ahora era una persona pequeñita a pesar de que mi proyección social no se correspondía con mi propia realidad. Tenía miedo de todo, era dependiente para tomar decisiones y me sentía muchas veces como una impostora de mí.
El caso es que de lo malo puedes sacar cosas buenas y a mí lo que me parecía el final, solo ha sido el principio. Después de tocar fondo volví a la superficie a ver qué pasaba y me sorprendí de todo lo que me estaba perdiendo: a mí.
Aprendí que mi vida es mía y solo depende de mí; que sé tomar decisiones; que el miedo era una tontería y que cada día es una oportunidad para hacer lo que te dé la gana porque nadie te lo va a impedir.
Yo tengo el poder de mi propia vida. Valgo un potosí y me estaba ninguneando. No se puede tener peor enemiga que a ti misma.
Llevo años saboteándome sin darme ni cuenta, pero se acabó. Me gusto, me caigo bien y no necesito la aprobación ajena. Con la mía me siento satisfecha.
Espero que tú te sientas satisfecha contigo.
Si te gustan mis ilustraciones y quieres ver más, pásate por mi apartado de Ilustración personalizada.
Gracias por leer mis divagaciones y no salir huyendo.